Protocolo DT en uveítis con desprendimiento exudativo en retina
M.B. Gorroño-Echebarría
Oftalmología. Hospital "Príncipe de Asturias". Alcalá de Henares.
La identificación de un patrón clínico lo más preciso posible es el primer paso para poder plantear adecuadamente el diagnóstico diferencial de un paciente con uveítis, y decidir que pruebas diagnósticas es necesario realizar. En función de los hallazgos de la exploración oftalmológica, del curso clínico y de la lateralidad de la uveítis pueden reconocerse distintos patrones clínicos.
Dentro de la evaluación del paciente es de gran importancia realizar un interrogatorio sobre los diferentes aparatos. Los hallazgos positivos nos ayudarán a sospechar diferentes entidades.
Las posibilidades diagnósticas más frecuentes ante un patrón de uveítis con desprendimiento de retina neurosensorial son:
Es importante observar si además existe o no vitritis. Es de gran ayuda también detectar si además existe vasculitis retiniana, lesiones coriorretinianas focales o multifocales, hemorragias retinianas o edema de papila.
La enfermedad de VKH es una enfermedad inflamatoria multisistémica idiopática; cursa con panuveítis granulomatosa bilateral (coroiditis estromal primaria). Asociada con vitíligo, alopecia, poliosis, alteraciones de audición y afectación SNC. El mecanismo de la enfermedad es un trastorno autoimmune mediado por células T contra melanocitos; específicamente contra la proteína tyrosinasa de todos los sistemas. Existe una predisposición genética en individuos pigmentados: HLA-DR4 y Dw53. Más frecuente en Asiáticos, Hispanos, Americanos nativos, Indios asiáticos y Oriente Medio. Mayor afectación en mujeres; tercera-quinta décadas.
Se clasifica de acuerdo a los criterios diagnósticos revisados en tres categorías: completa, incompleta y probable.
De las variadas características clínicas consideradas diagnósticas para VKH, el desprendimiento de retina exudativo es la característica más común y específica de la enfermedad de VKH aguda. El diagnóstico de VKH puede ser desafiante en ausencia de DNS evidente y puede ocasionar un retraso en el correcto diagnóstico. Un abordaje de imagen multimodal que incluya retinografía, OCT, ecografía B, AFG e ICGA, proporciona claves importantes para el diagnóstico definitivo de la enfermedad y para su diferenciación de otros procesos.
El VKH agudo debe ser tratado agresivamente con corticosteroides inicialmente, con un mínimo de duración de 6 meses, junto con la asociación de agentes ahorradores de corticosteroides tales como ciclosporina A, metotrexate o micofenolato mofetil. En pacientes que no responden a este tratamiento debe considerarse el uso de agentes anti- TNF y otros biológicos.