UNA VENTANA ABIERTA AL ARTE
Boletín de la Soc. Oftalmo. de Madrid - N.º 55 (2015)

La enfermedad oftalmológica de Camille Pissarro a través de su correspondencia

Carmen Fernández Jacob

Hospital Universitario «La Paz». Madrid

Camille Pisarro (1830-1903)

Biografía y Obra Pictórica

Camille Pissarro nació en las Antillas el 10 de Julio de 1830 .Sus padres eran navieros holandeses  estudio en Francia y regresó a las Antillas para continuar el negocio familiar, en sus momentos libres se dedicaba a dibujar.

Abandonó su hogar por la oposición de sus padres a que se dedicase a la pintura, regresó a Paris y estudió en la Escuela de Bellas Artes.

Fue junto con Monet uno de los fundadores del movimiento impresionista fomentando la pintura al aire libre y de la vida  rural de la campiña francesa.

 

Historia oftalmológica

En 1889  a los 59 años, comenzó a sufrir episodios repetidos de dacriotistis aguda en el ojo derecho.

Se sometió a tratamientos homeopáticos y al no experimentar ninguna mejoría se le ofreció el tratamiento quirúrgico  ( dacriocistectomía ) que rechazó .

Como tratamiento alternativo intermedio entre estas dos opciones, su oftalmólogo el Dr Parenteau  le realizó infiltraciones sucesivas del conducto lagrimal derecho con nitrato de plata  para evitar las infecciones de repetición, aunque podemos pensar que esto  desde luego esto no evitaría la epifora.

 

Influencia de su patología oftalmológica en su obra pictórica

La primera alusión a su enfermedad ocular se encuentra en su correspondencia, escribe el 25 de Agosto de 1888 al marchante de cuadros Durand  Ruel:

«...Iría estos días a Paris. Estoy obligado a reposar, mi ojo esta inflamado de nuevo, tendré que visitar a mi médico.»

Se nota que habla de algo conocido, de algo que se repite lo que indica que la enfermedad existía ya antes de esta fecha. ¿Desde cuando?

En 1887 su hijo Lucien habla ya en una carta de ello.

A partir de los 50 años  o un poco más adelante comienza esta enfermedad ocular que le acompañará ya hasta el final de su vida veinticinco años después.

Además el hecho de que pintase siempre al aire libre, sobre el motivo,  acentuaba el problema.

La evolución de su enfermedad puede seguirse muy bien por su correspondencia, en ella Pissarro habla mucho de su dacriocistitis llegando a veces a obsesionarse realmente por ella , ya que impedía sobre todo su trabajo al aire libre.

Desde 1888 que comienza con los síntomas hasta 1903 año de su muerte se pueden contar más de una decena de episodios de dacriocistitis aguda.

Es importante tener en cuenta la evolución recidivante de la enfermedad, ya que en esta época no existían todavía tratamientos satisfactorios para la misma, solamente se podían hacer sondajes repetidos del conducto lagrimal, o la ablación quirúrgica del saco.

Pissarro era poco partidario del tratamiento quirúrgico y se hizo tratar por el Dr. Parenteau oftalmólogo homeopático de París. Este realizo varias cauterizaciones y drenajes del saco lagrimal infectado y trató de evitar nuevas recidivas de los episodios de infección haciendo llevar a Pissarro una especie de almohadilla compresiva sobre su ojo derecho cuando estaba trabajando en el exterior.

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Figura 1.
Autorretrato de Pissarro pintando en el interior cuando padecía sus problemas de epífora.

La sintomatología oftalmológica través de su correspondencia

Para salir debía llevar siempre una  especie de apósito sobre su ojo derecho como le había recomendado su oftalmólogo.

Toda la sintomatología clínica de la enfermedad ocular de Pissarro podemos notarla en su correspondencia.

De esta forma George Lecomte, nos describe a su amigo Pissarro.

«Con su gran sombrero, su amplio mac farlane ,y una banda negra sobre uno de sus ojos, se pasea por las calles de Paris, buscando motivos.»

También el propio Pissarro se queja en su correspondencia, cuando todavía seguía pintando en el exterior:

«Tengo siempre esta banda sobre mi ojo, que me fastidia muchísimo.»

«Estoy muy mal, veo solo con un ojo y pierdo el hilo de las cosas que pinto... y de repente, un absceso y entonces estoy sin poder quitarme la banda durante seis u ocho días.»

«Me puedo quitar la banda si trabajo en casa con las ventanas cerradas.»

El doctor Parenteau le prohíbe salir durante los episodios inflamatorios, que de otra parte eran cada vez más frecuentes.

Y Pissarro que había pintado siempre en el campo y al aire libre en la primera etapa de su carrera, se ve forzado a trabajar en interiores sobre todo  en invierno, pudiendo solo trabajar sobre el motivo en verano.

«He vuelto a trabajar fuera, después de un año que no lo hago», escribe  en Julio de 1891.

Si fuese un pintor de naturalezas muertas o un retratista, su enfermedad ocular no le hubiese limitado tanto, pero era un pintor de la luz y de sus efectos en el paisaje  y por lo tanto un pintor de exterior, pronto comprendió que no podía estar así  y comenzó a pintar sus cuadros eligiendo el motivo desde sus ventanas .De esta forma escribe a su hijo Lucien:

«M.D. se ofrece a hacerme construir una barraca con planchas en verano para que pueda pintar, pero creo que me contentaré con la ventana de un hotel».

Esto le animará a realizar desde las ventanas gran cantidad  de cuadros de vistas urbanas de Rouen, del Havre, y sobre todo de Paris.

Pero otro inconveniente de su enfermedad, era la necesidad muchas veces perentoria de consultar al doctor Parenteau, lo que le hacia escoger para sus cuadros localidades con fácil comunicación con París.

«Lisieux y Caen están demasiado lejos de Paris  ya que es preciso que pueda consultar con Parenteau cuando lo necesite» dice a su hijo Lucien en Junio de 1901.

Debido a sus constantes visitas al doctor Parenteau finalmente Pissarro decide instalarse en Paris, solo por tener mas a mano a su oftalmólogo,  de esta manera sus últimos cuadros tienen Paris como motivo.

Por esto,  a partir de 1892 Pissarro solo pinta paisajes urbanos de Paris, él que había sido un pintor del paisaje del campo y de los campesinos, cambia el motivo por el del paisaje de la ciudad.

Pero este paisaje urbano está pintado desde arriba, desde los pisos más altos de los inmuebles ,que iba cambiando sucesivamente para hacer las diferentes vistas de la ciudad. Es cierto que inicialmente tuvo problemas con la perspectiva oblicua de sus cuadros que están pintados en altura pero finalmente el pintor encontró la medida de su posibilidades eligiendo los motivos que podía pintar desde las ventanas, sin necesidad de estar al aire libre y de sufrir los inconvenientes que la intemperie producía en su enfermedad ocular.

Gerge Lecomte le describe «Delante de la ventana abierta o cerrada con las cortinas descorridas según la temperatura se sienta enfrente de su caballete con la paleta en una mano su boina en la cabeza y trabaja con la mirada agil de sus ojos que se esconden detrás de unas gafas que necesitaba para ver a corta  distancia» (fig. 1).

De esta manera Pissarro inicia una autentica peregrinación por Paris la primera serie de sus cuadros , que representan la estación de San Lazaro, está hecha desde una ventana del hotel Garnier. A continuación desde el hotel de Rusia en via Drovot pintó los grandes bulevares y desde el hotel del Louvre pintó la perspectiva de la avenida de la ópera.

Después alquiló un apartamento en la calle Rivoli para pintar el jardín de las Tullerias, y posteriormente otro en la plaza Dauphine para pintar el Vert Galand y el puente nuevo, y luego otro en el puente Voltaire para pintar el Sena y el Louvre desde otro ángulo.


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Figura 2.
Paris. El bulevar de los italianos por la mañana. Efectos de la luz (1897).

Pintado desde las ventanas del gran hotel de Rusia. Pissarro, como Monet, quería pintar el mismo motivo con diferentes condiciones de luz, y en distintos momentos de la jornada  desde la ventana de su estudio o de su hotel, en este caso pinta la actividad de la mañana cuando la gente se dirige a sus quehaceres habituales (fig. 2).

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Figura 3.
La plaza del teatro Francés. Paris. Lluvia. 1898.

Pintado desde las ventanas del gran hotel del Louvre en la plaza del Palais Royal. La ventana de su habitación se abría sobre la Rue de Saint-Honoré, la avenida de la Opera y la plaza del teatro francés (fig. 3).

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Figura 4.
El jardín de las Tullerias, Paris, Lluvia. 1899.

Pintado desde el atico alquilado por Pissarro en la calle Rivoli 304 con extraordinarias vistas al Jardin de las Tullerias, a los Invalidos y al Louvre. Este invierno fue especialmente duro, y Pissarro pinta sus vistas de Paris bajo las inclemencias meteorológicas (fig. 4).

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Figura 5. El Puente Royal y el Pabellon de Flore. Paris 1903.

Pintado desde una habitación del hotel el Puente Voltaire. Este cuadro está pintado al comienzo de la primavera, pocos meses antes de su muerte (fig. 5).

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Figura 6. El Sena y el Louvre. Paris. 1903.

Pinta este cuadro (fig. 6) desde el apartamento de  Ile Cité en el Puente Nuevo en el 28 de la Place Dauphine y capta la luz de las últimas horas del día.

Es interesante conocer las coincidencias de sus brotes de dacriocistitis y sus series de cuadros.

En la serie de la estación de San Lázaro que termina en Abril de 1893,una recaida  le obliga a prolongar su estacia en Paris hasta Julio para poder curarse y mientras tanto no puede pintar .

En Abril de 1897, instalado en el hotel de Rusia, estaba en pleno trabajo cuando tuvo otra recaida, escribe entonces al doctor Parenteau:

«Temo que tengo de nuevo una inflamación en este ojo desgraciado , pero estoy muy ocupado en una serie de cuadros de los bulevares  y no puedo dejar de pintar a la hora de su consulta, por la luz. ¿Podría intentar venir a visitarme a casa, estoy todas las mañanas en puesto de observación hasta el medio día.»

La serie realizada desde el hotel del Louvre de Enero a Abril de 1898, estuvo también marcada por una recaída,  y el 7 de Marzo, escribe a su hijo esta frase, donde se mezclan tan bien enfermedad y pintura:

«Debo ir a consultar a Parenteau por mi ojo, mi trabajo avanza a “golpes de vista” debido al lagrimeo, pero creo que en el fondo esto me divierte enormemente … pintar es una fiesta para los ojos.»

En junio de 1900  al final de una serie de las Tullerias, una nueva recaida le obliga a retrasar sus vacaciones de verano y en la serie que realizó desde el estudio de la plaza Dauphine  sufrió otro abceso que requirió una serie de cauterizaciones .

Pero aunque  junto a estas recaidas,  existían también largos periodos de  ausencia de inflamación, Pissarro no volvió en verano a su casa de Eragny y continuo pintando en Paris, según Janine Bailly–Herzley, la necesidad de atención médica continuada, de Pissarro le condicionó la elección artística de sus motivos pictóricos.

Escribe a su hijo Lucien en Diciembre de 1897:

«Es realmente maravilloso pintar, quizás las calles de Paris inicialmente pueden no parecer demasiado estéticas pero es muy interesante pintar no solo la calle sino también la gente que por ellas discurre, que son como pequeños toques de plata luminosos y vitales, es hacer una pintura realmente moderna.»

De esta forma, Pissarro se había adaptado a su enfermedad y había descubierto en las vistas urbanas una multitud de motivos nuevos que no le ofrecía ya  el campo y hacia exclamaciones repetidas  con un entusiasmo juvenil por los juegos de luces y sombras que descubría en las calles de la gran ciudad pintadas desde su ventana.

Se dice que los últimos cuadros de Pissarro, todos ellos de paisajes urbanos de Paris, tienen un objeto comercial, pero esto sería  desde luego la opinión de un marchante de cuadros.

Realmente, la verdad es mejor, y es que el pintor, ya sexagenario al intentar adaptar su obra a la enfermedad ocular, se había enamorado perdidamente de la perspectiva urbana de Paris moderno, y quizás la había descubierto gracias a que su epifora que le hizo buscar otros motivos para sus cuadros.

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Figura 7. Último Autorretrato 1903.

Autorretrato 1903. Septiembre

Es su ultimo autorretrato pintado en el estudio de numero 28 de la Place Dauphine, se pinta mientras mira el lienzo con sus gafas de presbicia, detrás de él esta la ventana donde se ven los edificios que se han relacionado con el edificio de la Samaritaine en la parte norte del Puente Nuevo. Estos edificios están pintados en imagen inversa, ya que el pintor tuvo que utilizar un espejo para hacer su autorretrato.

Pocos meses después el 13 de Noviembre del mismo año muere a los 73 años de victima de  un colapso vascular.

Bibliografía recomendada

  1. Bailly- Herzberg J. «Correspondence de Camille Pissarro», PUF. Paris 1980 (tomo 19 ) Valhermeil Saint Quen l´Aumône 1986-1991.
  2. Lanthony Philippe. «Les Yeux des peintres». Ed L´Age d´Homme. 1999.Lausanne. Suiza.
  3. Lecomte G., Camille Pissarro. Ed Bernheim –Jeune .Paris 1922.
  4. Lloyd , Christopher. «Pissarro». Ed Phaidon. 1992.
  5. Pissarro Camille y Lucien Cartas 1883-1903. Ed. La micro. Madrid (2013).
  6. Vollard Ambroise. «Memorias de un vendedor de cuadros». Producción Editorial Viena. Barcelona 2007.