BIOGRAFÍA Y HOMENAJE
Boletín de la Soc. Oftalmo. de Madrid - N.º 55 (2015)

Alfredo Domínguez un apasionado por la Oftalmología

Agustín Fonseca Sandomingo

 

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Conocí a Alfredo Domínguez en febrero de 1971, yo había terminado la carrera de medicina y quería especializarme en oftalmología, mi hermano que también era oftalmólogo me dijo «tienes que ir a aprender oftalmología con Domínguez que creo que es en este momento el mejor oftalmólogo de España y el que practica la oftalmología más moderna». Me acompañó al Instituto oftálmico nacional y me presentó al que era en aquel momento el jefe del segundo servicio el doctor Alfredo Domínguez; recuerdo que estaba finalizando una Angiografía Fluoresceína con un entonces moderno aparato de Zeiss que sólo fotografiaban 20° es decir papila y mácula y con el que era difícil hacer una seriación decente. Permanecí a su lado aprendiendo de él, primero como alumno, luego como médico interno, residente, adjunto y jefe de sección hasta el año 1987 y pude conocer bastante bien a un hombre religioso, profundamente liberal, enemigo de todas las dictaduras, de trato afable a no ser que considerase que algo se estaba haciendo mal o de forma negligente y un apasionado de la oftalmología, que ha sido junto con su familia los dos ejes fundamentales de su vida.

Nació en Vigo el 6 de marzo de 1928, su padre era también oftalmólogo y a poco de su nacimiento, se trasladó a Madrid para participar en la lucha anti tracomatosa. Allí permaneció la familia hasta 1936, año en el que su padre, con la idea de volver a Vigo, aprobó las oposiciones de oftalmólogo provincial de sanidad de Pontevedra; toma posesión de la plaza y comienza a hacer el traslado de los muebles desde Madrid a Vigo. El 18 de julio de ese año cuando la madre, tras dejar a sus hijos en Galicia con la abuela, vuelve para recoger sus últimas pertenencias en Madrid, su marido la recibe contándole que al parecer, unos militares se han sublevado en Marruecos. La familia queda así separada por la guerra civil, mientras que los niños están en Vigo los padres permanecen en Madrid, donde viven parte de la guerra, hasta que consiguen escapar a través de Francia y pasar a la llamada zona nacional. El joven Domínguez hace su parvulario en el colegio alemán y estudia el bachillerato con los Maristas. Inicia en Santiago la carrera de medicina pero a los dos años, tras la muerte de su padre en 1947, su madre y su hermana parten hacia Río de Janeiro, mientras que él se traslada a Madrid para continuar allí los estudios de su licenciatura, al mismo tiempo que se inicia en su futura especialidad, como alumno interno de la cátedra de oftalmología. Era en aquel momento titular de la misma, don Buenaventura Carreras Duran, a quien Domínguez considera cronológicamente su primer maestro, y en ella colaboraban don Luis Mier Jadraque como adjunto, los ya especialistas Rafael Bartolozi y Gustavo Leoz entre otros y algunos que ya licenciados, aspiraban a la especialidad, como Pedro Amías y José Luis Munoa; como alumnos estaban también Moreno Casanovas y Mario Esteban.

Antes de morir, su padre deseaba fervientemente, en que dado que la situación de España y de Europa no era demasiado buena, su hijo revalidase su Título de Medicina en Argentina; así que recién licenciado decide, que aunque no le hacía gracia, debía de cumplir los deseos de su padre, por lo que se embarca hacia Buenos Aires para convalidar su título. Consigue hacerlo, al mismo tiempo que continua aprendiendo oftalmología como asistente libre, en el Servicio de Oftalmología del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, del que era jefe Bernasconi Cramer, al que Domínguez considera cronológicamente su segundo maestro. Allí ejercían especialistas tan destacados como Rafael Iribarren o intentaban especializarse otros como Roberto Sampaolesi.

Primero una pielonefritis y luego la fractura de su rodilla izquierda por la caída de un caballo le hizo permanecer en Argentina haciendo reposo más tiempo del deseado.

En 1955, dos años después de su salida, regresa España e ingresa como alumno en el Instituto oftálmico nacional del que era director Don Juan Arjona, al que él considera su tercer maestro. Abre consulta en Vigo en 1957 con no excesivo éxito, por lo que decide presentarse a las oposiciones primero, de oftalmólogo de la beneficencia Provincial de Ávila que aprueba con el número dos y luego de Oftalmólogo Provincial de Sanidad que aprueba con el número uno, y todo ello con el fin de obtener puntos que mejoren, su futura opción a una plaza en lo que entonces se llamaba seguro obligatorio de enfermedad.

Mientras esperaba la resolución de la plaza de la última oposición, viaja a Nueva York donde conoce a Raúl Rodríguez Barrios de quien se hizo amigo para toda la vida, y a quien él considera como su cuarto maestro por lo que aprendió en las infinitas conversaciones sobre oftalmología que mantuvieron.

Cansado de su escasa clientela, decide presentarse a las oposiciones de médico de sala del Instituto Oftálmico Nacional, que aprobó con el numero uno y un año después tras la jubilación de Don Juan Arjona obtiene por oposición la plaza de jefe de servicio de esta institución (medico oftalmólogo numerario del ION).

Fue pionero en España de la utilización del frío, tanto para la extracción de la catarata «in toto», como para la cirugía del desprendimiento de retina.

La crio extracción de la catarata la presenta en colaboración con otros en el Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología de 1964 (1). Idea después, habida cuenta de la buena presa del crío extractor, una técnica de masaje previo a la cirugía, hasta que el tonómetro Schiotz no marque y dejar por tanto la presión ocular en cero: se provoca así la deshidratación y el colapso del vítreo impidiendo su salida (2).

También es pionero en España en el manejo de la oftalmoscopía binocular y de la utilización del frio como retinopexia en la técnica resultante de la fusión de las de Custodis – Lincoff y Schepens. Presenta en el Congreso de Gandia de 1966 una película con tales técnicas y organiza en 1968 un curso en español, con cirujanos que también las utilizaban (Rodríguez Barrios, Álvaro Rodríguez, Raúl Valenzuela y Enrique Uribe) con el objetivo de divulgarlas.

En 1972 diseña una aguja con salida de irrigación lateral, para mantener la cámara durante la aspiración de las cataratas congénitas e infantiles, estableciendo la relación entre la altura de la botella en centímetros y la presión intraocular en mmHg, lo que entonces era una novedad (3).

A partir de 1965 inicia en España la goniotomía bajo control visual, con la que trató desde entonces más de un centenar de ojos con glaucoma congénito.

Mediante la técnica cinematográfica que él llamó, «histopatología correlativa y tridimensional» pudo demostrar en 1972, la imprecisión de la trabeculotomía ab externo de Smidt y Burian, demostrando que el trabeculotomo se desviaba con frecuencia, hacia la cámara anterior o hacia la esclera y no permanecia todo el tiempo dentro del canal de Schlemm. La técnica cinematográfica, que publica en los Anales del Instituto Barraquer del 73, consiste en realizar cortes histológicos correlativos e irlos fotografiando uno a uno con una cámara de cine, para luego juntarlos en una proyección continuada. Los cortes fueron realizados en ojos de cadáveres a los que previamente se les había hecho una trabeculotomía ab externo.

Construyó entonces un instrumento al que llamo arado trabecular, para poder realizar las trabeculotomía ab interno bajo control gonioscópico. Se penetra por la cámara anterior, para a través de la malla trabecular, entrar en el canal de Schlemm con la punta roma del instrumento y continuar a lo largo del conducto mientras que la parte posterior más afilada del arado corta la malla: se abre así el canal a la cámara anterior (4).

También modifico los trabeculotomos ab externo y propuso controlar gonioscopicamente el avance de la sonda (5).

Las dos trabeculotomías interna y externa fueron pronto abandonadas, ante los mucho mejores resultados de la trabeculectomía

Tras demostrar que la PIO en los niños es muy baja, creó una inducción anestésica estándar con Halotane para tomar la presión intraocular en lactantes, con la que la presión media era de unos 10 mmHg, siendo mucho más alta con otros métodos inductivos (6).

También encontró, que la excavación papilar, en el glaucoma congénito, desaparecía al normalizarse la tensión y volvía a aparecer nuevamente si se presionaba el ojo: se publicó en el Studium Oftalmologico el año 79.

Poco después de que Machemer comercializarse su VISC, Domínguez compra uno y comienza a hacer en España las primeras vitrectomías, al principio con malos resultados, habida cuenta de las deficiencias del aparato: la sonda era demasiado gruesa pues en ella se juntaba la infusión, el corte, la aspiración, y la luz y por tanto la apertura en la escalera era muy amplia, y además el corte giratorio del vitrectomo era malo, por lo que el vítreo se enroscaba en la cuchilla produciendo tirones sobre la retina. Hubo que esperar hasta mediados de los 70, cuando apareció el Ocutome, que tenía ya tres vías separadas y corte en guillotina, para que los resultados de la vitrectomía mejorasen considerablemente y se transformarse en la magnífica técnica quirúrgica que es en la actualidad.

En 1975 pasa a ocuparse de la dirección del Instituto oftálmico nacional al jubilarse el director anterior, un año después obtiene por oposición la cátedra de Salamanca (la lección magistral fue un viaje cinematográfico a lo largo de un pliegue falciforme) y en 1978 es ya catedrático de la Universidad autónoma de Madrid.

En 1981 hizo su primera facoemulsificación, después de organizar un curso teórico práctico al que acudieron todos los catedráticos de oftalmología de España y que tenía a Shearing como cirujano invitado.

En Congreso de Las Palmas de 1980, presentó el descubrimiento de que el microscopio quirúrgico, combinado con una lupa de más de 30 dioptrías, era un oftalmoscopio que permitía ver y filmar el fondo de ojo con gran calidad (7).

En 1990 presentó en el festival de cine de la ASCRS, una película titulada «tres signos del posicionamiento intra-capsular de las LIOs» que fue premiada como finalista en la sección de cirugía de implantes. En ese mismo festival presentó otra película capsulorrexis en espiral, que no fue premiada pero su propuesta pronto se generalizó.

En enero de 1985 publicó el tratamiento de algunos desprendimientos de retina, mediante inyecciones repetidas de gas expansivo (IRGE), que permitía tratar de forma ambulatoria y en la consulta, desprendimientos con un desgarro único o varios juntos situados en los 270º superiores. La técnica llamada al principio IRGE se llamó luego neumocauxis (8).

En 1993 utiliza, por primera vez en la historia, la triamcinolona intravítrea y la usa primero en una vítreo-retinopatía exudativa familiar y luego en una serie de enfermedades médicas con inflamación o edema, que incluyeron: retinopatía diabética, edemas maculares, degeneración macular asociada a la edad húmeda, oclusión de la vena central de retina, parsplanitis y algunos casos quirúrgicos. La técnica seguida por muy pocos al principio, se utiliza masivamente 10 años después, cuando nuevos métodos exploratorios confirman sus beneficios y al mismo tiempo que otras muchas sustancias se van inyectando en el vítreo (9).

En 2004 modero una mesa redonda del congreso de la SEO, casi monográfica de triamcinolona intravitrea, bajo el título, «Anti-inflamatorios y anti-angiogénicos intraoculares», que fue la última intervención científica que yo le escuche, pero él permaneció activo en su consulta hasta el año 2010 en que decidió jubilarse definitivamente. Ahora el disfrutar de su familia es su principal ocupación.

 

Bibliografía

  1. J Perez Lorca, P Tena Ibarra, A Dominguea Collazo. Extraccion de cataratas por medio de frio Arch Soc Esp Oftalmol 1965; 25: 459-68.
  2. A Dominguez, M Gimenez Alvarez. Hipotensión ocular total en cirugía. Arch Soc Esp Oftalmol 1971; 31:513 -518.
  3. Alfredo Dominguez MD. Irrigation nedle for catarat aspiration Am J Ophtalmol 1972; 74: 1210.
  4. Dominguez A .Trabeculectomia ab interno. Bull Mem Soc Frac Ophtalmol 1973; 86: 100-108.
  5. Dominguez A .Trabeculotomia ab externo bajo control esclero-gonioscopico. Arch Soc Esp Oftalmol 1975; 35: 873-878.
  6. Alfredo Dominguez M.D., M Sanchez Baños M.D., M Gimenez Alvarez M.D., G fernandez Contra M.D. and F Benito Quintela M.D. Intraocular messmesurement in infants under general anesthesia. Am J Ophtalmol 1974; 78: 110-116.
  7. Dominguez A. oftalmoscopia cinematográfica de imagen invertida Arch Soc Esp Oftalmol 1981; 41: 701-702.
  8. Dominguez A. cirugía precoz y ambulatoria del desprendimiento de retina. 1985; 48: 47-54.
  9. Dominguez A Quiroga P, Jareño M. El tratamiento de enfermedades medica con triamcinolona intravitrea. Arch Soc Esp Oftalmol 1993; 65: 491-498.