Tratamiento de la rija con DCR via endocanalicular
Troyano Rivas JA
Hospital Clínico San Carlos, Madrid
El abordaje endocanalicular de la dacriocistorrinostomía (DCR) mediante laser diodo se considera un procedimiento mínimamente invasivo, innovación de una técnica como la DCR externa que, a pesar de las altas tasas de éxitos reportadas, no ha gozado entre la oftalmología general de muy buena prensa, quizá por la agresividad del procedimiento y por los resultados “reales” de la intervención.
Las ventajas de este nuevo abordaje serían la ausencia de cicatriz externa, la no alteración del mecanismo de bomba lagrimal, la reducción al mínimo del sangrado intra y postoperatorio, y el evitar la fractura ósea.
El procedimiento ya es comúnmente conocido. Se introduce una fibra a través del canalículo hasta contactar con el tope duro del hueso lagrimal. Se realiza la osteotomía con el laser, en modo continuo o pulsado, bajo observación directa de la fosa nasal mediante endoscopio. Tras la realización de la osteotomía se realiza intubación canalicular de manera rutinaria.
Inicialmente se empezó empleando fibras de 300 µm, pero estas requerían de un recubrimiento metálico para poderlas manejar, con el consiguiente riesgo de daño canalicular térmico y mecánico. Actualmente, el tipo de fibra más empleada es la de 600 µm.
Al cabo de estos aproximadamente 10 años de evolución de la técnica, nos podemos hacer las pertinentes preguntas sobre su eficacia y seguridad. Lamentablemente, se carecen de estudios comparativos aleatorizados con su gold-standard, la DCR externa.
Como conclusión de este apartado, creo que sí se podría considerar una cirugía de un perfil muy alto de seguridad, y que evita varias de las posibles complicaciones asociadas a la DCR externa.
En este apartado intentaré desglosar aquellos factores que considero que intervienen en el éxito/fracaso de la intervención.
Factores atribuibles al cirujano:
Factores atribuibles a la propia técnica:
– Procedimientos endonasales: ampliación de la osteotomía vía endonasal con Kerrison o pinzas de etmoides, turbinectomía parcial.
– Dilatación con balón: puede ser útil para agrandar la osteotomía en sentido horizontal. Como desventaja su elevado coste, y la manipulación adicional del canalículo.
– Modulación de la cicatrización: mediante el empleo de mitomicina C y/o triamcinolona en la osteotomía.
En definitiva, se trata de una técnica más segura pero posiblemente menos eficaz que la DCR externa. Permite ampliar indicaciones a pacientes más ancianos, con comorbilidad, anticoagulantes, etc., ofreciéndose una experiencia más confortable al paciente. Por otra parte, el fracaso de una DCR externa puede comprometer seriamente la probabilidad de éxito de una reintervención, mientras que la endocanalicular permite reintervenir con una probabilidad de éxito muy similar, bien vía externa o vía endocanalicular.
Por último, se hace necesario estudiar qué factores (especialmente pre e intraoperatorios) determinan el fracaso de la intervención apoyándonos en técnicas de imagen, avanzando hacia una personalización de la indicación (externa, endonasal, endocanalicular) en función de las características de cada paciente.