MESA REDONDA RESIDENTES
Boletín de la Soc. Oftalmo. de Madrid - N.º 48 (2008)

GDx- polarimetría láser

Dr. Jerez Fidalgo M1

1 Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

El glaucoma es una neuropatía óptica en la que típicamente se produce una lesión de las células ganglionares de la retina y consecuentemente una disminución del espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina. Se sabe que la disminución de estas fibras comienza hasta cinco años antes de que podamos detectar daño funcional por medio de la perimetría, así como que su medición se correlaciona con el daño funcional observado en el campo visual. De ahí la importancia de poder disponer de aparatos que nos permitan analizar el espesor de la capa de fibras.

La polarimetría láser es una tecnología que emplea como fuente de luz un láser diodo polarizado (780 nm). Es un láser confocal con un elipsómetro que mide el retardo total de la luz reflejada por la retina y determina a partir de este dato el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina (micras) punto por punto en la región peripapilar. Actualmente el aparato que usamos es el GDx VCC (NFA, Laser Diagnostic Technologies Inc, San Diego, CA, USA) que presenta como novedad con respecto a versiones previas que es capaz de compensar la birrefringencia corneal de manera individualizada para cada paciente. Además incluye una nueva base de datos normalizada y es más fácil de utilizar, pero sobre todo tiene una mayor reproducibilidad y dispone de una mayor capacidad de discriminación.

La primera vez que llevamos a cabo un análisis con GDx en un paciente concreto, el aparato ha de calcular cuál es la compensación corneal que ha de aplicar a dicho paciente y para ello tiene que realizar primero un análisis de la región macular. Una vez establecida cuál es la compensación corneal se realiza el análisis de la región peripapilar. En sucesivas exploraciones del mismo paciente sólo será necesario tomar la imagen de la región peripapilar.

La hoja de resultados muestra el análisis de ambos ojos: en la parte superior aparece una imagen de fondo en la que se nos muestra el nervio óptico y en la que deberemos fijarnos, sobre todo, en si los anillos de análisis están correctamente centrados. Justo por debajo aparace el mapa de grosor, de forma que los colores más cálidos representan las zonas donde el espesor de la capa de fibras es mayor. La última imagen corresponde a un mapa de desviación en el cual aparecen unos pixeles de distintos colores de manera que aquellos de colores más cálidos representan zonas en las que es más probable que exista un defecto de la capa de fibras. En la zona central de la hoja de resultados se nos muestra una tabla de parámetros de los que el más significativo es el NFI (nerve fibre index), de manera que empezamos a considerarlo patológico cuando supera el valor de 30. En la parte inferior se muestra la gráfica TSNIT o gráfica de doble joroba.

El GDx VCC aporta también la posibilidad, una vez se han llevado a cabo dos o más exploraciones de un mismo paciente, de realizar un análisis seriado o Serial Analisis, que no es otra cosa que la posibilidad de observar en una sola hoja de resultados los datos de cada una de las exploraciones (hasta 4 y cada ojo por separado). En la parte superior aparece una gráfica en la que se nos muestra como han ido cambiando a lo largo del tiempo los distintos parámetros.

Sin embargo, no es una técnica exenta de problemas. Sus medidas no son fiables en presencia de fibras de mielina, en nervios ópticos inclinados o grandes (mayor tasa de falsos positivos), en presencia de opacidades de la cápsula posterior, etc. Si el paciente se ha operado de cataratas deberemos hacer una nueva toma de la compensación corneal y si existe halo de atrofia peripapilar deberemos modificar el anillo manualmente. Otro de los problemas es la aparición de un patrón de birrefringencia irregular la cual parece ser debida a la birrefringencia escleral, es por tanto más frecuente en miopes y aparece hasta en el 10% de los pacientes normales y hasta en el 15% de los pacientes glaucomatosos. Recientemente se ha desarrollado un nuevo software que trata de compensar esta birrefringencia, es el GDx ECC (Enhanced Corneal Compensation).

En resumen, podemos decir que las ventajas del GDx son múltiples: teóricamente es ideal para detectar progresión y por tanto es útil en diagnóstico precoz, es reproducible e independiente del explorador, es fácil de usar y el tiempo de exploración corto, no hay efecto aprendizaje, el alineamiento de las imágenes se lleva a cabo de manera automática y precisa por el software, y presenta un módulo de seguimiento así como una base de datos por etnia.

Como inconvenientes destacaremos que sólo mide capa de fibras nerviosas de la retina y que no es una prueba exenta de variabilidad, lo cual puede comprometer el seguimiento a largo plazo.

Para concluir decir que es una prueba muy útil como test de screening en pacientes sospechosos de glaucoma y para el seguimiento de aquellos pacientes que presentan perimetrías no fiables, perimetrías normales o pacientes hipertensos oculares.