Introducción

La cirugía de cataratas mediante la técnica de facoemulsificación sigue siendo hoy en día uno de los procedimientos más habituales en la práctica oftalmológica actual. Gracias a la introducción de nuevas técnicas de imagen retiniana como OCT, es posible realizar un estudio preciso con alta resolución, de los cambios que se suceden a nivel macular tras la cirugía ocular, incluso cuando dichos cambios son sutiles (1).

Las alteraciones que la cirugía de cataratas puede producir en la lectura de espesor macular mediante OCT, tiene especial relevancia en aquellos pacientes en los que OCT supone una herramienta para el seguimiento de patologías de base, como por ejemplo en el edema macular diabético o incluso en la degeneración macular asociada a la edad.

Sujetos, material y métodos

Se estudiaron 75 ojos de 75 pacientes que iban a ser sometidos a cirugía de cataratas, previo consentimiento informado tanto para dicha intervención como para la obtención de las imágenes con OCT.

Se realizó cirugía de facoemulsificación con implante de lente intraocular de cámara posterior. Se empleó anestesia tópica e incisión en córnea clara. Las intervenciones fueron llevadas a cabo por un mismo cirujano en condiciones similares (M.A.T.) Se eliminaron todos aquellos casos en los que se apreciaron complicaciones quirúrgicas a corto o medio plazo.

Se realizaron tres exploraciones: antes de la cirugía, el día después de la misma y tras un mes por un mismo observador.

Se utilizó OCT III Stratus ® empleando la estrategia de estudio macular «Macular Thickness», en semejantes condiciones de midriasis. Se extrajeron los datos de volumen macular total en un diámetro de 6mm utilizando el software de análisis del mismo instrumento.

Los resultados fueron analizados estadísticamente con el programa informático de estadística SPSS 12.0. Se aplicó el test pareado de dos colas de la t-student en dicho análisis.

Resultados

El grupo a estudio estaba compuesto por 75 ojos (37 derechos; 38 izquierdos) de 75 pacientes (34 hombres, 41 mujeres), con una edad media de 71,62±9,46 años.

No se encuentran diferencias estadísticamente significativas (p>0,05) entre el volumen macular total medio antes de la cirugía (TMV0) y el volumen macular medio el día después de la intervención (TMV1); sin embargo dichas diferencias si son encontradas al comparar TMV1 y el volumen macular medio al mes de la intervención (TMV2) (p=0,009) a favor de un mayor volumen macular total un mes después de la cirugía de cataratas, y al comparar TMV0 y TMV2 (p=0,0001) (fig. 1).

Fig. 1. Volumen macular total medio con OCT. TMV0: antes de la cirugía. TMV1: el día depsués de la cirugía. TMV2: al mes de la intervención.

En cuanto a la calidad de imagen que ofrece OCT III Stratus ® (Signal), se apreciaron diferencias con significación estadística entre la calidad de las imágenes tomadas en TMV0 y TMV1 (P=0,007), así como al comparar TMV0 con TMV2 (p=0,001) (fig. 2).

Fig. 2. Calidad de la imagen que ofrece el OCT. TMV0: antes de la cirugía. TMV1: el día después de la cirugía. TMV2: al mes de la intervención.

Discusión

OCT es una prueba no invasiva que ha demostrado ser de gran utilidad en el estudio de patología macular con una alta precisión, dado que la resolución de imágenes puede llegar a ser hasta de 10µm.

No es del todo conocido el mecanismo que conduce al edema macular quístico (EMQ) tras la cirugía de cataratas; si bien, OCT ha demostrado ser de mayor utilidad en la cuantificación de edema macular (2) tras dicha intervención.

Nuestro estudio demuestra que no existen diferencias estadísticamente significativas entre el volumen macular total preoperatorio y en el postoperatorio inmediato (24 horas después).

Estos resultados son acordes con las experiencias de otros autores (3) que no encontraron diferencia con significación estadística en cuanto a espesor macular, en pacientes sometidos a cirugía de facoemulsificación tras 30 minutos.

Por otro lado Ching H-Y et al (1). encontraron diferencias estadísticas a favor de un mayor grosor preoperatorio en cuanto a grosor foveal y de espesor retiniano central, en las semanas 2 y 8 del postoperatorio, no manteniéndose esta tendencia en cuanto a espesor central retiniano en la semana 4.

De la misma manera, Biro Z et al (4) no encuentran un incremento de espesor significativo ni perifoveolar ni foveolar el día después de la cirugía, sin embargo 30 días después de la intervención encuentran un aumento significativo.

Nuestro estudio demuestra un aumento en el volumen macular total tras 4 semanas de la intervención de cataratas. Quizás sea necesario un tiempo mayor de 24 horas desde la cirugía para que los factores que se creen implicados en la génesis del aumento de grosor macular (ruptura de barrera hemato-retiniana (5) por ejemplo), produzcan tal efecto.

El aumento de volumen macular está acompañado de una mejoría en la calidad de la señal de imagen, un mes después de la intervención. Puede ser explicado este efecto por la disminución del edema corneal que acontece en el postoperatorio y por la eliminación del propio cristalino que influye en la obtención de las imágenes (6).

Ambas condiciones hacen que la toma de mediciones sea de una mejor calidad, aproximándose de esta manera más al espesor real.

Las interferencias que la opacidad de cristalino produce en las mediciones de volumen macular deben ser tenidas en cuenta en el momento de evaluar pacientes con patología retiniana.

Por lo tanto, nuestro estudio indica que el volumen macular total medido con OCT III Stratus ® sufre una alteración a favor de un aumento del mismo un mes después de la cirugía.

Quedan sin embargo aún muchas incógnitas acerca de los mecanismos que conducen a tal situación, por lo cuál es preciso la realización de estudios aleatorizados con bases muestrales mayores para corroborar los resultados hallados en nuestra experiencia.